martes, 7 de junio de 2005

Fin de semana Cano Mori

El fin de semana se presentaba movidito. Después de varios meses de preparación, estábamos ante la celebración de la II Gala de Premios del Certamen de Fotografía Cano Mori (www.canomori.com). Esta fue una idea surgida hace un año en la cabeza loca de Antonio y Manolo. Objetivo: fotografiar todo aquéllo que sea friki, kistch o raro que hay a tu alrededor, desde un escaparate hasta tu vecina del 5º, que le encanta hablar a gritos con la del 2º por el patio de luces y va a hacer la compra con los rulos puestos.

El tema este año era la cesta de la compra y se recreó a la entrada la caja de un supermercado. Más bien fue una mezcla de supermercado y entrada de fiesta privada, porque allí estaba yo, toda seria, con la lista de invitados, quien no estuviera en la lista, no entraba (me faltó el cordón negro, jejeje). La gala transcurrió más o menos como preveíamos: la presentadora fue pasando categorías de fotos y vídeos y entregando premios. Hubo actuación musical y el "retonno" de las Baccara, besamanos de la mano de la Beata Elisabeth Cano Mori y risas a mi costa por culpa del Chema (que me debe un cita con el pedazo de vikingo que tiene como hermano, madre del amor hermoso, qué pedazo de tío, es mi hombre perfecto: alto, rubio, fuertote y con los ojos azuuuuuuuuuuules, yo quiero que me haga hijos, pero ya). También tuvimos tienda kistch (cualquier objeto que te haya traído tu tía de sus viajes a Benidorm) y barra de bebidas. Yo creo que la gente se lo pasó bien. Aunque tía Paquita (la madre de Jesús, primo de Antonio), ha descubierto horrorizada que ella es canomori en potencia: ya usa gafas de montura metálica sobre la nariz con el cordoncillo de cuentas de cristal...

Después de pasarme unas 16 horas de pie (preparación de fiesta, ensayo general, improvisación -con lo pava que soy yo para eso- y nervios de última hora), estaba rendida, así que me fui a casa. Al día siguiente, como un reloj suizo, estaba a las 10 de la mañana despierta. Decidí lavar el coche, las cagadas de palomas radioactivas iban a comerse la pintura rojo magma de mi opel vectra.

Después de comer alterné entre la final de Roland Garrós y "Misión imposible" (que me encanta, aunque sea perulla), pero el sueño me vencía y me acosté: tres horitas de siesta con pijama, (que es la mejor) que me hicieron levantarme empaná perdía, pero con ganas de comer y de ir a ver el musical de Queen en el teatro Romea.

Veo la 2ª parte del estupendo partido que jugó mi equipo del alma, el Estudiantes, contra el trampo$o del Madri$, ganamos por 22 puntos, uno de los mejores partidos de Rafa Vidaurreta (de cuya peña formo parte en la distancia) y uno de los mejores del equipo esta temporada.

A las 9 (y 10) me recoge Alberto, del Estudiantes como yo y músico (trompeta). Nos reímos bastante antes del musical (en el que me lo pasé genial) y mucho más al terminar (sobre todo yo). Me dijo que había vuelto a fumar después de un año sin hacerlo, puso como excusa sus nervios. Lo que ocurre es que es un vicioso y no sabe decirle que no al mono. Intenté quitarle el tabaco que le quedaba y como se puso pesadísimo con que sólo quería uno más (y total, llevaba tres en el paquete) se lo dí, pero me prometió que IBA A DEJAR DE FUMAR. Espero que lo cumpla.

Lo malo de todo esto ha sido el cansancio que llevo, desde el viernes no he parado apenas, no he dormido y no he descansado nada. Además, lo que más me gusta en esta vida es dormir (más que otras cosas que se hacen en la cama) y no he dormido nada.

Resultado: HOY ESTOY QUE NO ME TENGO y tengo guardia de Violencia Doméstica 24 horas (de 9 de hoy a 9 de mañana), menos mal que el día está siendo muy tranquilito y sólo he tenido una asistencia presencial y dos consultas por teléfono. Estoy que me caigo de sueño y daría mi vida por un pikolín con dos almohadas.

Voy a ver si me tomo una pastilla y una barrita de muesli y me espabilo.

¡¡SANTA SÚBITO!!

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