martes, 30 de junio de 2009

Colecciones (II)

Llega el verano y con él las ganas de vestirse a tono con el entorno: camiseticas de tirantes, vestidicos frescos, faldicas ligeras... y todo ello colorido, como no.

A tono con ello, yo saco mis dos colecciones de pendientes en estas fechas y les voy dando uso a todos:

pendientes de plata
Mis pendientes de plata.
Alguno más hay, regalado recientemente, que no aparece en la foto.



pendientes bisutería
Mis pendientes de bisutería, también hay alguno más.

Me gusta combinarlos de acuerdo con el color o el tipo de ropa que llevo, los de plata son muy socorridos para el trabajo, para los trajes oscuros, etc., muchos de ellos llevan incrustaciones de piedras de colores (turquesas, jade, cristalitos de color, etc). y me encanta ponérmelos. Hay otros pequeñitos, de botón, porque tengo un tercer agujero en una oreja y ese siempre lo llevo puesto: o una pequeña bolita de plata o una vieira que me trajo mi madre del Camino de Santiago.

Y respecto a los de bisutería, también los utilizo todos, los hay de madera, de madera pintada, de bolas de plástico, de piedras verdes, de enrejado, tengo la imitación de los pedientes de Helena de Troya, tengo rosas de pasta de pan, tengo pendientes de coco, tengo pendientes que me regaló el Sr. Skyzos, etc.

Me encantan los pendientes, ¿se nota?

lunes, 29 de junio de 2009

De guardia y acompañada

El martes pasado estuve de guardia de violencia doméstica y estuve acompañada de dos simpáticas y expectantes y futuras secretarias judiciales. Habíamos hablado ya varias veces de que me acompañara SIE a una de las guardias y se apuntó una compañera más y allá que nos fuimos las tres al Juzgado de Violencia sobre la Mujer a ver qué nos deparaba el día.

Nada más llegar, entrega de atestados y entrevista con las mujeres agraviadas. Tres casos diferentes, que desembocaron en tres soluciones diferentes.

En la primera, quizá la más errónea, la mujer denunciante retiró los cargos contra su marido y se archivó el caso.

En la segunda, la más tumultuosa, comprobamos que a veces el sistema se equivoca y filtra como maltrato familiar una riña tumultuaria entre ex-cónyuges y sus actuales parejas, asunto que no es maltrato porque es más una simple discusión que llega a las manos que otra cosa. El caso se citó para juicio rápido para esta misma semana.

Y en la tercera, se dio el caso prototípico de violencia sobre la mujer. Había un marido que había anulado tanto psicológicamente a la mujer que ella nos justificaba el maltrato sufrido porque era culpa de ella. Había unas justificaciones a los moratones en plan "es que ella se cae y se da golpes" que era de pura vergüenza ajena el escucharlas y había una mujer que se desmoronó llorando cuando la jueza le preguntó por sus lesiones. A todo esto, se le añade que también había no uno, sino tres partes de lesiones con distintas heridas, dos de los cuales ya los había mandado el servicio de urgencias al juzgado (aunque por proximidad, no se habían registrado todavía). En este caso se ha seguido el procedimiento más largo de instrucción y la víctima y el agresor ha npasado a ser examinados por el médico forense, no sólo de las heridas físicas que existen, sino también del grave maltrato psicológico que ha sufrido durante muchos años la mujer y del maltrato ejercido por el marido.

Cuando hicimos el descanso para almorzar, mis acompañantes me confesaron que nada era como habían imaginado, ni el funcionamiento de la oficina judicial, ni la toma de declaraciones, ni nada de nada.

Eso sí, creo que fue una experiencia nueva para ellas, de la que pueden sacar en claro muchas cosas.


viernes, 26 de junio de 2009

MIS CANCIONES FAVORITAS (XXXI)

No pasará a la historia como la mejor canción del mundo del pop (¡¡esas rimas!!), ni siquiera fue elegida para el Umplugged MTV que grabó el artista, pero esta canción me gusta y mucho, tanto, que considero que todas las recopilaciones que hago deben empezar con ella. Es mi punto más petardo.

Y es que el estribillo, ese "dame jaleo", me encanta.

Qué viva Ricky Martin.




JALEO
(Ricky Martin)

Mil y una vida ya pasé
Muchas corazones me robé
Siete maravillas pude ver
Y solo tu leyenda se escribió en mi piel

Atrapado
Moribundo
Con estas ganas de bailar contigo


Dame jaleoleoleoleola
Dame jaleoleoleoleola
No te detengas, no me esquives
déjate llevar
Porque esta noche
tú serás mía

Dame jaleoleoleoleola
Dame jaleoleoleoleola
La luna sera mi testigo ya verás
Porque esta noche
seras mía

Sabes manejar la seducción
Jeugas con la piel y la pasión
He mordido ya la tentación
Y solo quiero desnudarte el corazón

Atrapado
moribundo
Con estas ganas de bailar contigo

Dame jaleoleoleoleola
Dame jaleoleoleoleola...

jueves, 25 de junio de 2009

ASESINATO (Final)

(Continuación...)

A ver si acabo ya con esto, que es que el trabajo no me deja tiempo para actualizar...

La tercera y última sesión de juicio fue breve. El Magistrado-Presidente citó a los abogados y a la fiscal a su despacho media hora antes de la comparecencia pública con el jurado. Debíamos intentar determinar en consenso el llamado "objeto del veredicto". Son una serie de pautas que se dan al jurado y sobre las cuales deben decir si están de acuerdo o no en cómo se produjeron. Se detallan los hechos ocurridos en párrafos y ellos deben decir, de acuerdo con la práctica de la prueba que han visto si se produjeron así o no.

Se llegó a un consenso por parte de todas las partes y se pasó el objeto del veredicto al jurado. Tras ello, se encerrarían a deliberar, a puerta cerrada e incomunicados. En el mismo momento en que uno de los jurados se disponía a entrar en la sala, le dio un desmayo, por los nervios y la tensión y una pequeña crisis de ansiedad. Ante la situación, se llamó a uno de los jurados suplentes, para que se formalizara correctamente el mismo y esperamos la deliberación.

El Magistrado-Presidente nos dijo que estuviéramos localizados durante todo el día, porque en cuanto tuvieran dicho veredicto, nos llamarían, aunque fueran las 8 de la noche. Pero no esperamos tanto. A las 16.30 recibo una llamada del juzgado, que me cita a las 17.15 para escuchar el veredicto.

De nuevo en audiencia pública, con sólo el acompañamiento de la familia del fallecido y del agresor, el jurado determinó que el agresor era culpable de un delito de asesinato, que reconocían la atenuante de confesión, pero que no existía reparación del daño. El jurado no determinó la pena a imponer, eso lo haría el Magistrado-Presidente después. Tras el veredicto, los abogados solicitamos nuestra pena correspondiente, la fiscal pidió 15 años e indemnización de 66.148 euros, yo solicité 17 años y medio y 90.000 euros de indemnización (ambas por delito de asesinato) y la defensa solicitó 5 años de prisión por entender que estábamos ante un delito de homicidio y no de asesinato.

Se disolvió el jurado, les dimos las gracias y, a puerta cerrada, el abogado contrario me felicitó, diciéndome que lo había hecho realmente bien. Igualmente, la fiscal se acercó a mi y me dio dos besos, diciendo que efectivamente había defendido a mis clientes (la familia) muy bien. Yo saludé a la Secretaria y al Magistrado-Presidente, que me preguntó mi edad y cuánto tiempo llevaba en la profesión y si eran clientes de oficio o particulares.

Salí del juzgado con la sensación de que había ganado algo muy importante en mi carrera, no sólo un veredicto de culpabilidad, sino la certeza de saber que puedo defender lo más importante (la vida humana) y eso, quieras que no, te da mucha energía.

A la vuelta al despacho, paré en una confitería y compré unos dulces, el veredicto se merecía una celebración e invité a merendar a mis compañeras de despacho.

Diez días después recibimos la sentencia dictada por el juez: condena al agresor a 15 años de prisión y a pagar una indemnización de 66.148 euros (lo solicitado por el fiscal). Se lo comuniqué a mis clientes, que están contentos con ello, puesto que saben que si el agresor no paga la responsabilidad civil, no podrá disfrutar de los beneficios penitenciarios de salidas de fin de semana y tampoco podrá acceder al llamado tercer grado (trabajar fuera de la cárcel y dormir dentro).

Esto ha sido todo. Si alguien tiene alguna duda y quiere que se la resuelva, que me lo pregunte y haré un post al respecto.

FIN

martes, 16 de junio de 2009

ASESINATO (5ª parte)

(Continuación...)

Me había quedado por la 2ª sesión del juicio, por la práctica de la prueba.

Tras ella, las llamadas conclusiones finales o informes o, para que lo entendáis en lenguaje cinematográfico, los alegatos finales.

A diferencia de las pelis americanas, habréis observado que la práctica de la prueba se realiza declarando primero el culpable, luego los testigos y, por último, policías y peritos. De igual manera, la realización de los alegatos finales no es como en las pelis, estamos sentados enfrente del jurado y no nos levantamos, además, vamos vestidos elegantemente con nuestras togas negras (casi todos los sistemas judiciales europeos utilizan esa vestimenta, en algunos lugares con peluca -Reino Unido-, en otros con corbata y camisa blancas -Holanda- o con un adorno rojo -Alemania-).

La primera en exponer su alegato final fue la Fiscal. Con 30 años de carrera, se dirigió al jurado en términos más o menos coloquiales, quizá menos que más y eso hizo que sus palabras sonaran demasiado técnicas.

Luego hablé yo. Llevaba preparado un resumen de los hechos y las consecuencias de 8 folios. Para mi propio asombro, no leí ninguno. Desplegué la artista de cabaré que llevo dentro y actué como jamás lo he hecho en un juzgado. Me dirigí al jurado "como en las pelis", me dijo mi hermana, hablando con convicción, con pasión, incidiendo en las circunstancias negativas del asesinato, en la equivocación del agresor respecto de la víctima, en la hoja de 24 cm que había atravesado todo su cuerpo, en la brevedad de su muerte (apenas 5 minutos desde la agresión), en la agonía y el dolor que sufrió, en que su muerte debe ser compensada a su familia porque, a pesar de que no tiene precio, ya no vivirán con ellos esos momentos especiales, esos cumpleaños o Navidades, etc. Debo reconocer que me sorprendí a mi misma y me di cuenta de que puedo llegar muy lejos si me lo propongo.

Terminó los alegatos finales el abogado de la defensa. Y falló. A pesar de su experiencia en este tipo de casos, a pesar de sus 20 años de carrera, no podía defender lo indefendible, intentó hacer ver que la confesión de su cliente era importantísima para la resolución del caso, que la reparación del daño causado con el ingreso de 12000 euros para la indemnización era más que suficiente, pero el jurado no se lo creyó. Además, intentó incluir en su alegato sentencias del Tribunal Supremo y ese fue el gran error, porque el juez le llamó la atención, cortando su exposición, quedando en mal lugar delante del jurado.

Para terminar, se le dio la oportunidad de decir unas últimas palabras al agresor, el cual sólo dijo que sentía mucho lo ocurrido y que estaba arrepentido.

Y acabó la 2ª sesión del juicio.

(Continuará...)

viernes, 5 de junio de 2009

MIS CANCIONES FAVORITAS (XXX)

Como no quiero acabar la semana con el recuerdo de un asesinato en mente, voy a poneros una nueva entrega de mis canciones favoritas, una que me recuerda al mar, la playa, el solecito, la sal en la piel y los buenos momentos que voy a pasar este superpuente de la Región de Murcia (¡qué hermosa eres y dónde vive el sol!) en la playita con mi CdA.

La letra es de Vinicius de Moraes y la música de Antonio Carlos Jobim.



Garota de Ipanema
(Vinicus de Moraes/Antonio Carlos Jobim)



Olha, que coisa mais linda,
Mais cheia de
graça,
É ela, menina, que vem e que
passa,
Num doce balanço, a caminho do mar.

Moça do corpo dourado,
Do sol de Ipanema,
O
seu balançado
É mais que um poema

É a coisa mais linda
Que eu já vi
passar

Ah, por que estou tão sozinho?
Ah, por que
tudo é tão triste?
Ah, a beleza que
existe
A beleza que não é só
minha,
Que também passa sozinha.


Ah, se ela soubesse
Que quando ela passa,
O mundo
soirrindo
Se enche de graça
E fica mais
lindo
Por causa do amor.


Tall and tan and young and lovely
The girl from
Ipanema goes walking
And when she passes, each one
she passes goes - ah

When she walks, she's like a samba
That swings so
cool and sways so gentle
That when she passes,
each one she passes goes - ooh

(Ooh) But he watch her so sadly
How can he tell
her he loves her
Yes he would give his heart
gladly
But each day, when she walks to the sea
She
looks straight ahead, not at he

Tall, (and) tan, (and) young, (and) lovely
The
girl from Ipanema goes walking
And when she
passes, he smiles - but she doesn't see (doesn't see)
(She just doesn't see, she never sees me...)



P.D.: Este año no hay gala de "Murcia, ¡qué hermosa eres!", por la crisis... De buena se han librado en el resto de España.

jueves, 4 de junio de 2009

ASESINATO (4ª parte)

(Continuación)
En la segunda sesión de juicio se practicó toda la prueba y se hicieron los alegatos finales de las partes.

Pero, antes de empezar con ello, se hizo la vista del artº 520 LECr. Este artículo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dice que una persona sólo puede estar en prisión provisional (sin celebración de juicio) dos años, prorrogables por otros tantos. Se hizo esa vista, precisamente, para la renovación de la prisión provisional, ya que dos días después de la segunda sesión se cumplirían dos años de la comisión del delito y, por extensión, de la prisión provisional.

Audiencia pública. Con esas palabras el agente judicial da a entender a la gente que el juicio va a comenzar. Entran periodistas con las cámaras de fotos y de vídeo, toman instantáneas del agresor, de su abogado y del resto de partes. El juez le llama la atención a una periodista que, a sabiendas que no lo puede hacer, graba al jurado. Igualmente entran las familias, alumnos de la escuela de policía local y mis padres, mi hermana y mi tío. Porque yo, como las artistas, iba arropada por la familia.

Comienza la práctica de la prueba, por este orden:
  1. 1. Examen del acusado. Es decir, el interrogatorio del agresor. Comienza preguntando la fiscal, luego sigo yo y, por último, su abogado (se seguirá este orden en todos los interrogatorios) Desde el primer momento da todo lujo de detalles sobre cómo actuó y porqué lo hizo (una supuesta venganza). No se le ve arrepentido, pero es un chico muy poco expresivo. Intenta convencernos de que la víctima estaba de frente a él cuando lo atacó, con una navaja de 24 cm de hoja, en el pecho y que le "pinchó" tres veces. Y que cuando terminó de pincharlo, se dio cuenta de que no era él a quien buscaba, sino a otro que se pareacía mucho a él. En otros interrogatorios durante la investigación manifestó que el chico estaba de espaldas. Vacila en algunas respuestas y dice que se ha quedado en blanco "porque ha pasado mucho tiempo". La madre de mi cliente llora cuando ve la navaja desplegada por el agente judicial, mientras un silencio se apodera de la sala, impresiona saber que a la hoja le faltan 5'5 cm para ser tan larga como un folio.
  2. 2. Testifical de XX. Es el testigo principal. Por miedo, declara detrás de un biombo, sin ver al acusado y sin que éste pueda verlo. Está realmente asustado, declara a través de traductora, puesto que es rumano y apenas habla español. Da más detalles aún sobre cómo ocurrieron los hechos, aunque desde el ataque en adelante sólo se acuerda que lo metieron en un coche de la policía, porque entró en estado de shock. No vacila nunca, se muestra firme en sus declaraciones y dice que fue todo tan rápido que no pudieron reaccionar. Reconoce al agresor porque dice que lo vio pasar delante de ellos 5 minutos antes, es lo mismo que declara el acusado, que pasó por delante de ellos 5m inutos antes.
  3. 3. Testifical de YY. Es la persona propietaria de la tienda en la que falleció la vícitma. Más contundente que nadie, declara que en la calle no había nadie porque ese día había elecciones municipales. Que a partir de las 8 de la tarde sólo entraron dos clientes a su tienda de golosinas, el fallecido y su amigo. Que jamás ha tenido un problema con ellos, que sólo comían pipas y bebían coca-cola. Que ela víctima entró en su establecimiento pidiendo ayuda y llamó enseguida al 112 y que vio asustado como se derrumbó y murió. Cuando sale de su negocio para esperar a la ambulancia, ve al otro chico dando tumbos por la calle y con la cara descompuesta, lo coge para que no lo atropelle un coche e intenta calmarlo.
  4. 4. Testifical cualificada de los Policías Locales 2 y 3 (de los 4 que acudieron en primera instancia). Son los que redactan el informe de lo sucedido, se ratifican en todo lo puesto en él y declaran que el acusado se entregó voluntariamente, junto con el arma del asesinato. Uno de ellos dice que en cuanto vio el cuerpo del fallecido supo que estaba muerto, porque había tanta sangre que era imposible que sobreviviera.
  5. 5. Pericial de los médicos forenses que hicieron la autopsia. De nuevo con todo lujo de detalles relatan como la navaja de 24 cm de hoja penetra en el tórax de la vícitma y atraviesa en la primera puñalada pulmones, diafragma, estómago y riñón; la segunda, corazón, pulmones y diafragma y la tercera, en el brazo, lo atraviesa de parte a parte, con herida de entrada y salida. Señalan que las heridas se producen de arriba a abajo, lo que da a entender que la víctima estaba sentada o en posición inferior al agresor y que con unas heridas así, una persona de 28 años sana, no fumadora (como la víctima) puede sobrevivir unos 5 ó 6 minutos, pero no más, porque la muerte se produce por un shock hipovolémico, es decir, por desangramiento, cada vez que el corazón latía, la sangre salía por las heridas.
  6. 6. Documental. No se aporta más documentos, porque están ya en el procedimiento. De especial relevancia es saber que los jurados podrán ver las fotos de la inspección ocular del lugar (con el fallecido sobre el suelo de la tienda, las gotas de sangre con sus numeritos en pirámides amarillas), la autopsia con todas sus fotos, etc.
Quedan sólo ya las conclusiones finales, el alegato final de cada una de las partes. Pero eso para otro día, que menudo rollo el de hoy.

(Continuará...)

miércoles, 3 de junio de 2009

ASESINATO (3ª parte)

(Continuación)
La vista oral (o sea, la celebración del juicio) se había previsto algo larga, por eso se dividió en tres sesiones, una cada día: en la primera sesión se eligieron los jurados y se practicaron las alegaciones preliminares; en la segunda se practicó la prueba y los informes finales y en la tercera se determinó el objeto del veredicto.

De la primera sesión ya os comenté la elección del jurado, con sus pros y sus contras. Luego la Secretaria Judicial leyó los escritos de calificación provisional de las partes (dos de acusación y uno de defensa). Dichos escritos son los que sirven a las partes para determinar cómo creen ellos que ocurrieron los hechos, con una descripción detallada de los mismos; también se determina el delito que creemos que se ha cometido, la calidad del autor en cuanto a la autoría (si es autor directo o cooperador o cómplice, etc), las circunstancias que pueden modificar la conducta (atenuantes -o beneficiosas para el reo- y agravantes -o perjudiciales para el reo), la pena que deseamos que se le imponga y, por último, la responsabilidad civil por los hechos.

Tras esa lectura, las partes tienen la palabra: primero habla el fiscal, luego la acusación particular y, por último, la defensa.

Y ahí es dónde cada uno debe lucirse ante el jurado, en su primera toma de contacto real, como en las pelis.

Pero a diferencia de lo que se ve en el cine o la TV, que sólo vemos pelis sobre juicios estadounidenses, aquí llevamos toga, estamos sentados justo enfrente del jurado (y no enfrente del juez) y no nos levantamos del sitio. Entra en juego la labia de cada uno y su expresividad.

Mi primera intevención fue un asco: corta, pobre y encorsetada al guión que llevaba preparado. Guión que, en vez de ser esquema, era resumen de 2 folios. La fiscal se lució bastante y me dio un par de vueltas, pero el abogado de la defensa desplegó sus 20 años de experiencia en la abogacía, sus 10 juicios del jurado anteriores y su buena labia para darnos a todos una lección magistral de lo que debe ser una alegación previa, una primera interveción ante un jurado. Estuvo tan bien que hasta la fiscal murmuró por lo bajini que es que lo había dicho todo el primer día y no había dejado nada para el alegato final.

Tras esa intervención, se suspendió el juicio hasta la sesión del día siguiente.

(Continuará...)

martes, 2 de junio de 2009

ASESINATO (2ª parte)

(Continuación...)

Cuando llegas a la fase del juicio oral, en situaciones "normales" (o sea, en delitos que no son competencia del tribunal del jurado), la preparación del abogado pasa por presentar escrito de calificaciones (que puede ser de acusación, como era mi caso en el asesinato, o de defensa, como han sido la mayoría de mis casos penales). Tras ese escrito se señala día para la vista oral (la celebración del juicio) y te vas preparando poco a poco el caso, dependiendo de la complejidad puedes necesitar más o menos días (no es lo mismo prepararse una falsedad documental pública, en la que estás vendida, que un robo con violencia sin testigos o un delito contra la salud de los trabajadores. Llegado el día del juicio, el abogado habrá preparado la prueba, sobre todo si es interrogatorio de parte y declaraciones testificales y rematará con un informe final.

Todo lo dicho con anterioridad se aplica también a los casos que se enjuician con tribunal del jurado, pero... pero antes hay que elegir al jurado.

Me vais a permitir un inciso. Extraña institución la del jurado para el españolito medio y no tan medio. Sin tradición jurídica alguna en nuestro país, desde nunca se ha tenido jurado, por lo que los legisladores de 1995, aquéllos que redactaron el nuevo Código Penal, también se inventaron una Ley del Tribunal del Jurado, que intentó unir tradición anglosajona con tradición nórdica, pasando por nuestra mejor idiosincrasia española.

A ver si me explico que me estoy liando. A diferencia de los jurados americanos, el jurado español no dicta sentencia. Sólo reconoce los hechos, tal y como se articulan los jurados nórdicos. Pasa por la gran tradición romana del "Da mihi factum, dabo tibi Ius" ("Dame hechos, te daré Derecho"): los jurados determinarán los hechos probados del caso y el juez aplicará a tales hechos el derecho. Y menos mal que se ha hecho así y se articulan los posibles recursos, porque si no...

Menudos errores de jurado hemos tenido en España. Un claro ejemplo es el caso de Rocío Waninkof y Dolores Vázquez. A la acusada (en su momento) se la declaró culpable de asesinato con base en pruebas indiciarias, porque en el lugar de los hechos había colillas de la misma marca de la que fumaba ella, pero en las que no se encontraron trazas de su ADN ni nada más que la incriminara. Cualquier estudiante de 4º de Derecho sabe que no se puede acusar a nadie de un delito con pruebas indiciarias, puesto que prima el principio de "in dubio pro reo", es decir, ante la duda, a favor del reo, si hay alguna incertidumbre en la prueba, no se puede condenar. Sin embargo, Dolores Vázquez pasó algún tiempo en prisión y luego se descubrió que el asesino de Rocío fue un inglés.

Bueno, a lo que iba, que me pierdo: elección del jurado. Porque el jurado, compuesto por 9 titulares y 2 suplentes, lo eligen las partes de una "bolsa" previa de 36 personas elegidas al azar (mediante un programa informático) entre los integrantes del censo. ¿Quién está capacitado para ser jurado? Pues todos los españoles mayores de edad no incapacitados y sin antecedentes penales y cuya profesión no esté directamente relacionada con la Administración de Justicia.

Y ahora, ¿quiénes son los mejores jurados? Pues depende. ¿De qué depende? De según cómo se mire, todo depende... esto, depende de en qué postura estemos: si acusando o defendiendo. Y aquí entra más la Psicología que el Derecho. Desde el punto de vista de la acusación, hay que elegir jurados que se encuentren cercanos a la víctima. Yo defendía a un joven rumano de 28 años, trabajador, sin antecedentes penales ni denuncias policiales y que, en el momento de los hechos comía pipas y bebía coca-cola sentado en un banco. Así que me incliné por personas jóvenes, trabajadoras y sin experiencia previa con la Justicia y con mujeres mayores madres de hijos en la franja de esa edad.

A priori y para mi, era la parte más difícil del proceso, porque jamás lo había hecho. Pero no resultó tan problemática como me esperaba, al contrario, fue una situación novedosa, es cierto, pero tranquila y amena. De los 36 candidatos se eligieron a 7 mujeres y 2 hombres como titulares y a 2 hombres como suplentes y se recusaron 7 personas por no ser las más adecuadas para el puesto.

El sentir general de casi todos ellos fue que no estaban preparados para enjuiciar a nadie (y es el sentir general de la mayoría de jurados que salen elegidos cada día en España), pero que lo harían. Alguno de ellos lo vio como el momento de servir al país. Otros fueron tan sinceros que dijeron que tenían antecedentes policiales (que no penales) por si ello podría ser un problema, pero que querían quedarse (pero fueron rechazados).

Y, tras tomarles juramento, comenzó la vista oral del juicio.

(Continuará...)

P.D.: Contestación a las dudas:
1. Se tarda tanto en instruir un caso porque los juzgados van saturados, a pesar de que las causas con preso (como era el caso, el supuesto agresor estaba en prisión provisional) tienen tramitación preferente.
2. Las referencias a la policía van sin ironías. Sólo conocemos lo "doloroso" de los asuntos policiales, pero en el 85% de los casos (o más) la policía española trabaja diligentemente en todos los supuestos que investiga. En periódicos y TV sólo se ve lo "malo" (lo mismico que ocurre con el Planeta Murciano, si no, ya le contaré lo que pasó con la investigación de la Paquita de Santomera, la parricida).

lunes, 1 de junio de 2009

ASESINATO (1ª parte)

Cuando eres abogado, el día en que un cliente antiguo te llama y te dice "han matado a mi hermano" sientes que el mundo se abre a tus pies. No es que lo contemples desde la cima de una atalaya, no, es que a tus pies ves cómo se abre el Averno.

De repente, empiezan a pasar por tu cabeza los temas de Dº Procesal en el que se explicaba el juicio por asesinato con juicio del jurado y te das cuenta de que no te acuerdas de nada. Intentas tomar las riendas del asunto y te tiras todo un día encerrada en la biblioteca del Colegio de Abogados, intentando saber cómo actuar en los primeros días.

Ante todo, hay que personarse en el asunto. Tiras de la manta de conocidos, de funcionarios que han llevado tus casos, etc. Te enteras de qué juzgado lleva el asunto y qué número tiene. Llegas, hablas con el Secretario Judicial, con la Juez, con el funcionario que lo lleva y pasas a la acción: personación y solicitud de copia de todo lo actuado. Cuando se comprueba que la personación como acusación particular es correcta, via libre para ver las actuaciones. Y empiezas a ver cómo es la instrucción de un caso por asesinato.

Primera parte: levantamiento del cadáver e inspección ocular. Como en las pelis, oiga. Con los triangulitos esos amarillos con números, con fotos a color (para ti en B/N) del lugar del suceso, del cadáver, de las manchas de sangre que dejó hasta el lugar donde falleció.

Segunda parte: informe preliminar de la policía. No le falta ni un punto ni una coma. Todo completo, con una eficiencia alemana, con un buen hacer increíble. Esa policía española que no deja ni un pelo suelto, ni una coma sin poner, ni un testigo sin identificar. Se anota hasta el número que calza el apuntador.

Tercera parte: declaración del autor (que la hubo) y de los testigos. Primera inmersión en la visión personal de los protagonistas. El cadáver ya no va a hablar, pero hablan por él los testigos y el autor. Escalofriante el relato con el que el agresor dice como cogió la navaja y se fue a por él y lo "pinchó" tres veces. Tres pinchazos con una navaja de 24 cm que lo destrozaron por dentro.

Cuarta parte: instrucción judicial del caso. Se entra de lleno en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado. O cómo combinar un texto decimonónico (LECr, 1882) con una novísima ley de finales del s. XX (LOTJ, 1995). Con cosas así, sale un batiburrillo extraño en el que te debes dejar guiar por los que más saben. Y menos mal que la que sabía ahí era la fiscal, que si no...

En esta cuarta parte se suceden pruebas ordenadas judicialmente y en cuya práctica ya se participa de pleno derecho, puesto que la personación ha sido reconocida al 100%. Interrogatorio de parte y de testigos de nuevo y, sobre todo, el informe de autopsia. Duro, descarnado, real y sincero.

Tras año y medio de instrucción, encorsetados en la instrucción propuestas por la LECr de 1882, se llega a un punto en el que se decide, vía LOTJ, si seguir con la misma o pasar a juicio. Se pasa a juicio. Y se vuelve a abrir un abismo, insondable, desconocido, terrorífico y atrayente como un imán a la vez.

(Continuará...)