lunes, 11 de marzo de 2013

Reflexión sobre la figura femenina pública

(o cómo me he hecho un lío con ésto y no he sabido explicarme bien).

Hay cosas que no entiendo de este país y que me merecen una reflexión:
1. Elena Valenciano, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, cerró su cuenta en Twitter porque había recibido amenazas contra sus hijos. Los comentarios que recibió en diversos medios digitales son de escarnio hacia ella, justifican que por su posición pública reciban insultos y amenazas sus hijos.
2. Pilar Manjón, presidenta de la Asociación de Afectados por el 11-M, que perdió a un hijo en el atentado y que era sindicalista en aquella época, es vilipendiada cada vez que se acerca la fecha, con afirmaciones del estilo de que se duda de que su hijo fuera en uno de los trenes.

Es curioso como en ambos casos se criminaliza a la víctima, no a los acosadores que vierten esas opiniones. La culpa es de ellas, por ser quienes son o representar a un sector de este país. Además, es destacable como esta misma actitud no se da contra los hombres. ¿Por qué?

Anoche Documentos TV emitió un reportaje estadounidense sobre la figura de la mujer en política y cómo se desprecia la figura femenina con alusiones y comentarios despectivos. En España, dentro de lo que cabe, aún tenemos políticos y figuras de opinión "educados" y no se sacan demasiado los pies del tiesto, pero vi cómo se dirigen en EE.UU. a figuras como Hilary Clinton y otras senadoras, tanto por compañeros como por periodistas y es para estar poniendo querellas por injurias y demandas contra el derecho al honor a troche y moche y todos los días.

No sé si la conclusión de esto es que frente a las mismas desgracias o situaciones se evalúa diferente a mujeres y hombres. No termino de encontrar las palabras adecuadas para lo que quiero decir y me cuesta hacer entender lo que quiero expresar, pero tengo la sensación de que aún falta mucho tiempo para poder llegar a las siguientes situaciones:
 1. A las mujeres que están en política o en la vida pública en general hay que juzgarlas por sus actos, sin entrar en desconsideraciones personales, familiares o sobre su aspecto.
 2. Mientras haya agresiones de este tipo (que siguen siendo agresiones, aunque sean verbales), celebrar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, seguirá siendo necesario.