jueves, 30 de octubre de 2008

SAMHEIN

Entre los pueblos celtas existía una festividad, el Samhein, que se celebraba el 31 de Octubre, señalando el final del verano y las cosechas, para pasar a los días de frío y oscuridad y al largo invierno. Esa noche se creía que el Caballero de la Muerte hacía volver a los muertos a la vida, puesto que el velo entre el reino de los vivos y de los muertos era más delgado que nunca, permitiendo comunicarse así con sus antepasados y saldar viejas cuentas.

A veces las almas de algunos difuntos quedaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole. Para aplacarlos se hacían grandes hogueras y se preparaban alimentos como ofrenda e, incluso, se le montaban escenografías macabras para disfrazarse y asemejarse a ellos, intentando pasar desapercibidos ante sus amenazadoras miradas.

La Iglesia, para intentar convertir a los pueblos celtas, trasladó su festividad de Todos los Santos de Mayo (primera fecha elegida) al 1 de Noviembre, pretendiendo acallar las voces de una religión fuerte y algo oscura. El Cristianismo intentó cambiar los homenajeados, pero sólo pervirtió dos fiestas, pues ambas persisten hoy día.

Pero hay cosas que no pueden borrarse. El Caballero de la Muerte llamará a tu puerta el 31 de Octubre. ¿Tienes alguna cuenta pendiente con algún muerto?

Yo de ti, no me fiaría de nadie…