jueves, 14 de mayo de 2009

La selección del jurado

Cuando un buen día de mayo un cliente te llama y te dicen "han matado a mi hermano", sientes que el suelo se abre a tus pies. Literalemente, sientes que dejas de pisar la tierra y estás al borde un enorme abismo.

Si hace tres años me hubieran dicho que en Mayo de 2009 tendría mi primer juicio por asesinato, me habría reído. ¿Quien, yo? Amoshombreporfavor. Que yo llevo casos administrativos, extranjerías, tonterías penales y algún divorcio y despido de vez en cuando. Nonono, un caso de asesinato no.

Pero ese día llega. Y, con una rapidez vertiginosa, pasan 4 ó 5 días y te ves personándote en la causa con procurador y testimonio del libro de familia del fallecido para que su hermana pueda ser acusación particular (los padres viven en el extranjero).

En un año y medio de instrucción he aprendido más de Dº Penal y de Dº Procesal que en toda la carrera. A fuerza de buscar, de encontrar, de solicitar y de impugnar, tengo ante mí casi 1000 folios de sumario, casi 500 de testimonios, una lista de 36 jurados, de los que elegiremos 11 y algo de miedo.

Porque para estas cosas no te prepara nadie. Porque las clases de la facultad son insuficientes. Porque las prácticas de la Escuela de Prácticas son incompletas. Porque no hay Jurisprudencia suficiente del Tribunal Supremo en estos casos.

Así que cuando te pones ya a estudiar la vista oral, habiendo dejado atrás la instrucción y habiéndose cerrado ésta correctamente, te encuentras con la primera muralla infranqueable: la elección de jurados.

Que se supone que contestan un cuestionario sobre sus incompatibilidades, prohibiciones y/o excusas para ser jurado. Pero que después tienes tú que preguntarles uno a uno y elegir y rechazar a los que creas convenientes.

¿¿Y CÓMO COÑO SE HACE ESO??

Menos mal que siempre hay almas caritativas de universidad que se dedican a echarle horas de estudio doctrinal y publican una pequeña monografía de apenas 38 páginas que descubres en una base de datos y te la imprimes y te la estudias.

Y te das cuenta que para esto no está nadie preparado, porque de poco te sirve el Derecho estudiado, en la elección del jurado lo que cuenta es la psicología. Y te acuerdas de la familia muerta de los profesores que has tenido, porque la mucha teoría no te ha preparado para esta práctica.

Y aquí me tenéis, empollándome la Ley Orgánica del Tribunal de Jurado, los comentarios al proceso ante el Tribunal del Jurado y una monografía sobre selección del jurado, todo ello para el viernes 22, en el que comienzo el que será, de momento, el gran juicio de mi vida.

Perdonadme si no aparezco por unos días.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Diossss..................suerte

MM de planetamurciano dijo...

Uff, en momentos así admiro a los abogados...Pa esas cosas hay ke valer...Y currárselo, vaya ke sí.

hm dijo...

Suerte ;)

Deyanira dijo...

Un abrazo solidario a tu cliente. Animo, serenidad y sabiduría para ti.