viernes, 20 de agosto de 2010

Viajes estivales (I)

Este es el segundo año que organizo viaje estival con mi CdA, a.k.a., Mr. Osako.

Este año el destino elegido fue la provincia de Badajoz, concretamente Aljucén, un pequeño pueblo situado a 17 km de Mérida, en plena Vía de Plata. A pesar de tener sólo 260 habitantes, cuenta con un albergue para peregrinos, con una casa rural y con unos apartamentos rurales, donde nosotros nos alojamos, Aqua Libera.

Partimos el 2 de Agosto vía Autovía del Mediterráneo, hasta Sevilla y de ahí, a través de varias circunvalaciones, cogimos la Autovía de la Plata hasta Aljucén. Llegamos y nos encontramos con unas instalaciones geniales...

Uno de los atrios del complejo

La piscina del complejo

Nos cambiamos, nos acostamos un ratito la siesta y, al despertar, nos dimos un bañito, nos arreglamos y a cenar a uno de los dos bares del pueblo, en el que la amable mesera nos preparó una tortilla de patatas ex-profeso para nosotros, con un platazo de queso de la tierra de morirse de bueno y una macroensalada de tomates de su huerta. Con la panza llena, nos fuimos a la cama, a esta cama:

Al día siguiente, al levantarnos y abrir la ventana, conocimos a nuestro vecino de enfrente:

Platero

Y, tras un pantagruélico desayuno (en el que Mr. Osako desayunó cachuela extremeña y yo tostadas con mermelada), nos fuimos a Mérida, donde lo primero que hicimos fue ir a la oficina de turismo y, lo segundo, comprar entradas para la función de "Lisístrata" en el Teatro Romano, con Paco León en el papel principal.

Y, luego, a ver Mérida. Ese impresionante conjunto formado por el Anfiteatro y el Teatro romanos, que te dejan patidifusa, por su magnificencia, por su majestuosidad, por su pasado...

Meg en el Anfiteatro Romano

Mr. Osako y Meg ante el Teatro Romano

También visitamos la llamada Casa del Anfieatro, una "pequeña finca" en la que pudimos observar la magnificencia de los mosaicos romanos, así como las espectaculares estancias que tuvo que tener la casita de marras.

Por supuesto, no olvidamos el Museo de Arte Romano, un precioso edificio de Moneo en el que se ven numerosos objetos encontrados en las excavaciones de la ciudad, así como esculturas, columnas, joyas, etc, etc.
Vaso de alabastro con forma de cara

Juego de dados (observad el último, que era para jugar al juego de rol "Los romanos invaden Europa")

Meg al lado de una mini-columna

Tras comer, nos dirijimos a la Casa de Mitreo, otra casa romana y también visitamos la Alcazaba, el Puente Romano sobre el Guadiana.

Bajando al aljibe de la Alcazaba, se agradecía el frescor
Puente Romano sobre el río Guadiana

Tras el largo paseo con altas temperaturas, me dio un parraque por el calor, teniendo que parar para recuperar fuerzas y, la vista de lo perjudicada que estaba, nos volvimos al apartamento romano, previo paso por el mercapeich (que también los hay allí) para comprar viandas para la cena. Y baño, descanso, cenita y a prepararse para otro día.

(Continuará...)

3 comentarios:

hm dijo...

¡¡¡ QUÉ CHULOOOOOO !!!

Le poinçonneur dijo...

El sueño de mi vida es tener una casa con atrio...

Y lo del Mercapeich empieza a ser preocupante. ¿Será que los siembran por las noches?

MUAS.

Deyanira dijo...

Aqua Libera me ha parecido todo un descubrimiento, tanto que, a pesar de que conocemos bien Mérida, la ponemos en nuestra lista otra vez sólo pòr pasar unos días en una casa de estilo romano. Ya que no puede ser Pompeya (sueño loco de estudiante universitaria joven e imaginativa)
Mil gracias por compartirlo.