El paso de los años va dejando una impronta importante en nuestra manera de ser, de pensar y de actuar. No es que cambiemos, es que somos los mismos pero, quizá, más escépticos. O, al menos, así es como yo me veo.
De un tiempo a esta parte, la vida ha ido encauzándome hacia el gran objetivo de mi vida: tener mi propio negocio. Si bien es un negocio que se modula de manera diferente a, por ejemplo, un comercio, no dejo de estar sometida a las fluctuaciones del mercado. Pero, a diferencia del resto, cuando todo va mal, yo tengo más trabajo.
Al igual que yo, el resto de amigos que me rodean se han ido encauzando en sus proyectos de vida. Pocos quedan ya que estén solteros, pocos hay que no estén en estado de buena esperanza o criando ya a sus vástagos. Alguno hay, incluso, que formó una familia y se ha separado.
Y son, precisamente, los caminos que tomamos en esta vida los que nos separan, aunque no lo único. También las actitudes que tenemos frente a los amigos, a sus problemas y sus cosas. En los últimos 12 ó 13 años (desde que cumplí la mayoría de edad) he visto más gente separarse de mí, que quedarse o, incluso, que conocer nuevas personas. Sin embargo, mis sentimientos hacia esas pérdidas no son iguales ahora que hace tiempo.
Ya no sufro ni lloro porque he perdido el trato con un amigo porque su novia/esposa es celosa. Ya no me molesta que no me llamen en mi cumpleaños para felicitarme. Ya me es indiferente que no se me invite a una fiesta. Todas estas cosas ya no me afectan por igual, porque sé que hay distintos grados de amistad, de cercanía y de atención. Ya no corro detrás del cariño de quien no quiere el mío. Sé que me quedan menos amigos y más ocupados, pero los que me quedan, son un TESORO.
Gracias a todos los que estáis ahí.
De un tiempo a esta parte, la vida ha ido encauzándome hacia el gran objetivo de mi vida: tener mi propio negocio. Si bien es un negocio que se modula de manera diferente a, por ejemplo, un comercio, no dejo de estar sometida a las fluctuaciones del mercado. Pero, a diferencia del resto, cuando todo va mal, yo tengo más trabajo.
Al igual que yo, el resto de amigos que me rodean se han ido encauzando en sus proyectos de vida. Pocos quedan ya que estén solteros, pocos hay que no estén en estado de buena esperanza o criando ya a sus vástagos. Alguno hay, incluso, que formó una familia y se ha separado.
Y son, precisamente, los caminos que tomamos en esta vida los que nos separan, aunque no lo único. También las actitudes que tenemos frente a los amigos, a sus problemas y sus cosas. En los últimos 12 ó 13 años (desde que cumplí la mayoría de edad) he visto más gente separarse de mí, que quedarse o, incluso, que conocer nuevas personas. Sin embargo, mis sentimientos hacia esas pérdidas no son iguales ahora que hace tiempo.
Ya no sufro ni lloro porque he perdido el trato con un amigo porque su novia/esposa es celosa. Ya no me molesta que no me llamen en mi cumpleaños para felicitarme. Ya me es indiferente que no se me invite a una fiesta. Todas estas cosas ya no me afectan por igual, porque sé que hay distintos grados de amistad, de cercanía y de atención. Ya no corro detrás del cariño de quien no quiere el mío. Sé que me quedan menos amigos y más ocupados, pero los que me quedan, son un TESORO.
Gracias a todos los que estáis ahí.
6 comentarios:
Mis amigos llevan conmigo casi veinteaños; pa mí es el mayor logro ke he conseguido y ke conseguiré en la vida.
Ese era yo....
Estoy de blogger hasta la cencerreta...
MM de planetamurciano.tk
Yo he llegado a un estado parecido al que tu cuentas... pero he llegado por los cambio de residencia que he ido sufriendo a lo largo de los años... al final, te das cuenta de que no todos los prójimos son igual de próximos.
cuanta razón tienes. me sobran los dedos de una mano para contar los veraderos amigos.
Que tema tan cercano. Conservar amigos desde el cole es complicado. Tengo un par de esa época y los mimo como objetos frágiles. Sin embargo es díficl, muy dificl conservarlos. El amigo de hace 30 años no es el mismo que el de ahora y es normal que se cambie yq ue los caminos se separen. Para sobrevivir hay que ir bsucando nuevos amigos y cuidarlos y tal tal. Me frustra como tu dices perderlos.
Son relaciones más duraderas que las de pareja. Y a veces dan mucha más satisfacción.
Aunque creo que no es necesario que te lo diga por aquí.
Gracias por aquel viaje de estudios a Grecia. Y todo lo que vino detrás.
Publicar un comentario