A tono con ello, yo saco mis dos colecciones de pendientes en estas fechas y les voy dando uso a todos:
Mis pendientes de plata.
Alguno más hay, regalado recientemente, que no aparece en la foto.
Mis pendientes de bisutería, también hay alguno más.
Me gusta combinarlos de acuerdo con el color o el tipo de ropa que llevo, los de plata son muy socorridos para el trabajo, para los trajes oscuros, etc., muchos de ellos llevan incrustaciones de piedras de colores (turquesas, jade, cristalitos de color, etc). y me encanta ponérmelos. Hay otros pequeñitos, de botón, porque tengo un tercer agujero en una oreja y ese siempre lo llevo puesto: o una pequeña bolita de plata o una vieira que me trajo mi madre del Camino de Santiago.
Y respecto a los de bisutería, también los utilizo todos, los hay de madera, de madera pintada, de bolas de plástico, de piedras verdes, de enrejado, tengo la imitación de los pedientes de Helena de Troya, tengo rosas de pasta de pan, tengo pendientes de coco, tengo pendientes que me regaló el Sr. Skyzos, etc.
Me encantan los pendientes, ¿se nota?
1 comentario:
Una mujer nunca tiene suficientes pendientes ni sufcientes bolsos. Es una ley planetaria.
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