Hay una serie que me encanta, "Me llamo Earl".
Earl es un pringao "white trash" (basura blanca) estadounidense que se ha portado malamente con todo el mundo, pero que un día recibe un regalo del cielo: un billete premiado de la lotería y obtiene muuuuucho dinero. Tiene una "visión" y decide empezar a enmendar todo lo malo que ha hecho, porque siente que tiene que dar "buen karma" a los que antes les dio "mal karma". Como él dice, el karma siempre vuelve a ti.
Pues esas cosas pasan de verdad.
Hace un mes y medio tuve mi juicio por asesinato. El día anterior a la celebración de la primera sesión, el abogado contrario intentó llegar conmigo a un acuerdo, pero mis clientes no estuvieron satisfechos y no se determinó nada. Cuando se lo comuniqué, me despacho con una frase tal que así "pues dile a tus clientes que van a cobrar la indemnización en chapas de la coca-cola". El comentario me sentó fatal y se añadió a los nervios que ya llevaba por la importancia del caso.
Como sabéis, la sentencia fue condenatoria para el agresor y muy satisfactoria para mis clientes, la familia del fallecido. Como era de esperar, se recurrió por la defensa del agresor.
Y ahora estoy haciendo la contestación al recurso de apelación. Y me estoy dando cuenta de que el abogado experimentado que me dio un señor repaso en las alegaciones del primer día (en las últimas se lo di yo) ha cometido dos errores garrafales, de los que me estoy aprovechando, los estoy señalando en negrita y diciéndole "tontolculo".
Y es que el karma siempre vuelve.
P.D.: La imagen se tomó prestada del genial blog "El chiste de Mel", ilustrador, entre otras publicaciones, de El Jueves (la revista que sale los miércoles).
Earl es un pringao "white trash" (basura blanca) estadounidense que se ha portado malamente con todo el mundo, pero que un día recibe un regalo del cielo: un billete premiado de la lotería y obtiene muuuuucho dinero. Tiene una "visión" y decide empezar a enmendar todo lo malo que ha hecho, porque siente que tiene que dar "buen karma" a los que antes les dio "mal karma". Como él dice, el karma siempre vuelve a ti.
Pues esas cosas pasan de verdad.
Hace un mes y medio tuve mi juicio por asesinato. El día anterior a la celebración de la primera sesión, el abogado contrario intentó llegar conmigo a un acuerdo, pero mis clientes no estuvieron satisfechos y no se determinó nada. Cuando se lo comuniqué, me despacho con una frase tal que así "pues dile a tus clientes que van a cobrar la indemnización en chapas de la coca-cola". El comentario me sentó fatal y se añadió a los nervios que ya llevaba por la importancia del caso.
Como sabéis, la sentencia fue condenatoria para el agresor y muy satisfactoria para mis clientes, la familia del fallecido. Como era de esperar, se recurrió por la defensa del agresor.
Y ahora estoy haciendo la contestación al recurso de apelación. Y me estoy dando cuenta de que el abogado experimentado que me dio un señor repaso en las alegaciones del primer día (en las últimas se lo di yo) ha cometido dos errores garrafales, de los que me estoy aprovechando, los estoy señalando en negrita y diciéndole "tontolculo".
Y es que el karma siempre vuelve.
P.D.: La imagen se tomó prestada del genial blog "El chiste de Mel", ilustrador, entre otras publicaciones, de El Jueves (la revista que sale los miércoles).
1 comentario:
Jajajaja, que buena viñeta... yo para ir al cielo necesitaría un bufete entero para apelar...
Y al embobado, digo, abogado ese de las narices... ¡¡¡ CÓMETELO CON PATATAS !!!
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